domingo, 13 de julio de 2008

SHUNT PORTOSISTEMICO


En el feto existe una desviación, llamada el ductus venoso, que está presente y bombea sangre desde el hígado a la placenta, y de este modo la madre puede limpiar, depurar la sangre para alimentar a su hijo cuando lo lleva en su vientre.
Cuando se produce el parto y el bebé nace, la desviación (ductus venoso) se cierra en el plazo de tres días después del nacimiento, y entonces el hígado del recién nacido empieza a funcionar de forma autónoma, independiente de su madre. Pero algunas veces, desafortunadamente, este conducto no se cierra...

Un shunt portosistémico, por lo tanto, es un vaso anómalo que impide que la sangre pase de forma correcta por el hígado para ser filtrada y depurada.

Principalmente un error en el desarrollo del sistema venoso cardinal y vitelino conlleva a la formación de un Shunt congénito. Por otro lado, la atresia o hipoplasia de la vena porta, la formación de una fístula arterio-venosa, una fibrosis hepática juvenil o una hepatitis crónica o aguda pueden conducir a un estado hipertensivo con la subsecuente formación de Shunts múltiples como medio de compensación de la resistencia vascular al flujo portal.

El Shunt ocasiona que la sangre de la circulación portal ingrese directamente a la vena cava caudal y de ahí a la circulación sistémica



A través de la circulación sistémica el amoniaco ingresa principalmente a SNC donde estimula las neuronas inhibitorias, interfiere con el metabolismo energético de las células y con la Acetil CoA alterando la neurotrasmisión nerviosa normal.
Por otro lado, la vena porta trasporta del 75 – 80% del flujo sanguíneo hepático total y el 50% del oxígeno hepático. El Shunt ocasiona hipoperfusión hepática y degeneración y necrosis hepatocelular que se encuentra favorecida por la falta de factores tróficos como la insulina y el glucagón que son trasportados a través de la circulación portal llevando a largo plazo a insuficiencia hepática.

Los signos inespecíficos principalmente comprenden: depresión, pérdida de peso, crecimiento retardado, anorexia intermitente, recuperación anestésica prolongada, ascitis, dolor abdominal, fiebre, hemorragia e ictericia. Los signos neurológicos deben a encefalopatía hepática, que puede ser dividida en 4 grados clínicos, de acuerdo a la severidad de los signos. Los signos a nivel digestivo se deben principalmente a la acción irritativa del amoniaco a nivel de la mucosa que ocasiona vómito y diarrea. A nivel del tracto urinario los signos se deben a la obstrucción uretral ocasionada por la formación de cristales de biurato de amonio principalmente

Tecnicas

-La Cintigrafía es un tipo especial de radiografía de contraste que permite observar el flujo sanguíneo portal y la perfusión hepática más no la ubicación exacta del Shunt.
-El ultrasonido es una herramienta muy valiosa y no invasiva para la confirmación y localización del Shunt; sin embargo, se requiere de gran experiencia por parte del médico veterinario.
-Adicionalmente, la US doppler permite medir la velocidad y las características del flujo sanguíneo portal. En animales normales el flujo sanguíneo portal es uniforme y no pulsátil. La velocidad normal en perros no anestesiados es de 12-17 cm/s y en gatos es de 10-12 cm/s. En anímales con Shunts congénitos el flujo tiende a estar aumentado y en animales con hipertensión portal el flujo tiende a estar disminuido.


Tratamiento

El tratamiento puede ser de tipo médico o quirúrgico.
El tratamiento médico está enfocado en identificar y corregir los factores desencadenantes, minimizar la interacción entre las bacterias entericas y las sustancias nitrogenadas, disminuir la absorción de toxinas entéricas y en reconocer y tratar las disfunciones de tipo hepático. Principalmente es una terapia nutricional.

El tratamiento quirúrgico consiste básicamente en la atenuación o cierre total del Shunt mediante sutura (seda 2-0), bandas de celofán o constrictores ameroides.
En casos de Shunts múltiples se puede realizar el bandeamiento de la vena cava caudal con sutura (seda) con el objetivo de elevar ligeramente la presión venosa sistémica por encima de la presión venosa portal para favorecer el flujo sanguíneo portal hepático.